En esta web tenemos en cuenta algo que es básico y reconocido por estamento de la salud en general sea ortodoxo o no ortodoxo, y es que el estado emocional influye en el inmunológico de manera contundente.
El entrenamiento emocional de Bio-TMR potencia cualquier otro tratamiento, sea médico o no. No lo sustituye, lo empodera. Recomendamos que cada cual siga con su protocolo de sanación, en el que confíe y con el que se sienta mejor, precisamente, porque conocemos el poder de la mente y las emociones.
Llegados a este punto interpretamos emocionalmente lo que signfica un tumor desde el punto de vista de BioTMR.
Cuando el cuerpo crea un tumor, lo hace como reflejo físico de una necesidad de transmutación urgente desde el punto de vista emocional. Es una solución biológica símbólica-arquetípica a un estrés emocional.
El estrés debe cumplir cuatro requisitos que tienen que ver con los cuatro niveles en que venimos comentando en muchos artículos que se expresa el inconsciente:
-Suficientemente intenso, para que haga mella en el cuerpo -físico-
–Inesperado por el consciente. Es un corte brusco de la energía, de las frecuencias emocionales -por debajo de los 13 HZ- y afecta a nuestra parte espiritual, nos densifica.
-Apreciado como sin solución en el tiempo, mental.
–Sin poder expresar la parte emocional por el contexto en el que se produce.
No siempre se produce una enfermedad cuando hay un trauma o estrés, depende de la forma de encararlo subjetivamente, pero, cuando se produce, siempre cumple con estos cuatro requisitos. En consecuencia, si podemos cambiar uno solo de estos cuatro requisitos que tienen que ver con los cuatro niveles arquetípicos, la enfermedad remite o como poco, se paraliza.
Hay distintas opciones de transmutar en un nivel u otro, la perspectiva del estrés, según el caso particular, que valoramos en BioTMR.
El dolor físico es un reflejo del dolor emocional, mental y espiritual. El disfrute, la vida, la emoción es cercenada de forma contundente, hasta el punto de no merecer la pena la vida. Desde este punto de vista, la muerte, ya que para el inconsciente es sólo simbólica y no real, también puede ser una solución biológica que tiene la finalidad de dejar de sufrir, in extremis, cuando seguimos empeñados en hacerlo.
La mayoría de las veces este patrón de sufrimiento no es consciente. Tenemos un «programa» o creencia que reproducimos sin percatarnos de ello. Todo lo que no percibimos conscientemente, cobra más poder. A nivel consciente no vemos otra perspectiva ni solución. Nuestra labor en Bio-TMR es justamente, cambiar/transmutar esta apreciación de forma consciente con la biodescodificación.
La TMR ayuda a conservar la salud de nuestros receptores emocionales, AMPA, activándolos de nuevo si están en proceso de pérdida de su vitalidad por, digamos, desuso o bloqueo continuado y se comunica con ellos en frecuencias, enviando patrones de datos, a nivel inconsciente.
Los receptores AMPA dejan de funcionar óptimamente en situaciones de elevación de frecuencias por encima de los 13 Hz, es decir, en situaciones de estrés y hoy en día todos sabemos bien que son muchos en nuestras sociedades modernas, los que mantienen niveles de estrés prácticamente continuos. Sólo sucede en el caso del hombre que el «león» nunca deje de perseguirlo, porque ése «león» causante del estrés es mental, y de una idea uno no se escapa ni cerrando los ojos.
Biológicamente, ser emocional no es una prioridad cuando lo que hay que hacer es correr más rápido que el puma que viene detrás. Sólo en caso de un estrés muy intenso, los receptores AMPA de nuestro sistema nervioso central dejan de funcionar totalmente y si esta desactivación se mantiene en el tiempo, se van bloqueando físicamente.
Despertar es percibir que en cualquier experiencia, presente, pasada o futura, hay una perspectiva distinta al sufrimiento, para que el nivel de estrés baje y nuestra energía vuelva a los niveles de frecuencia emocional. En ocasiones, la percepción de esta realidad pasa por ser coherente con nuestra emoción en el presente y evitar, dando de lado físicamente, las situaciones muy estresantes.
La meta es crear un ambiente donde no haya miedo, -el bloqueador emocional más potente- y sí disfrute, paz y relajación, para que las emociones puedan fluir, para que volvamos a los 13 Hz de frecuencia media en nuestra vida diaria.
En Bio-TMR ampliamos la idea del programa, no la negamos, sino que le damos un nuevo sentido en un contexto que abarca a esa idea. Es un patrón jupiteriano: no sólo ver el árbol, sino también el bosque.
Cuando se produce un cáncer, la mortalidad celular mengua. Las células que deberían morir no lo hacen y se crea el tumor: una masa de células que deberían ser eliminadas y sustituidas por otras nuevas. La capacidad de regeneración correcta del cuerpo por la muerte de las células se llama «apoptosis». La apoptosis desaparece en el lugar donde tenemos el tumor: Algo que debería salir de nuestra vida, no lo hace.
El mensaje del cáncer o tumor es «deja morir lo que debes dejar morir», es decir, saca de tu vida o cambia profundamente la perspectiva que tienes de esa historia, trabajo, relación, aunque sea tu familia, tu pareja o tu sustento, urgentememte, porque te roba las energías vitales, es decir, ¡dejas de disfrutar la vida!
Cuando la vida se convierte en algo mecánico, razonable y mental, sin emoción y no merece la pena ser vivida, simplemente, se va.
A todos los niveles, la emoción, es la vida.
Para cualquier consulta o duda sobre el proceso de inscripción, requisitos, etc…
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