Es un planeta gigante de gas helado que, gracias a la resonancia o influencia de los asteroides y cometas que rodean nuestro sistema solar, lejana pero estable, se estabiliza a sí mismo lo suficiente como para no desarmonizar la Tierra. Su arquetipo parte de ahí con toda la amplitud simbólica posible.

El arquetipo neptuniano y, en parte pisciano, tiene que ver con la conexión sutil-emocional que nos eleva a otros planos de realidad más amplios, sutiles, llamémosle arte, reinos angélicos, intuiciones, telepatías, lenguajes onírico, mediums, etc.

Representa el plano emocional, junto a Urano que lo hace del mental o simbólico y Plutón que lo hace del energético (inconsciente colectivo en todos los casos de estos tres planetas transpersonales y más alejados del Sol).

Fue descubierto en 1846. En ese momento se encontraba a unos 5º de Acuario, muy cercano a Saturno y ambos en retroceso.

Alrededor de 2012 Neptuno llegóal punto donde fue descubierto, a principios de Acuario, completando una vuelta a la elipse y desde entonces está comenzando un nuevo ciclo.

El mensaje de Neptuno tiene que ver con aceptar el vacío que somos. Neptuno es un gas, con poca densidad.

El vacío o posición observador es fundamental a la hora de comprender nuestra libertad de elegir y respetar plenamente la ajena. Tiene que ver con el concepto “yo soy” y con el cuántico de realidad.

Somos todas las posibilidades al mismo tiempo, por eso podemos resonar con cualquier fuente con la que decidamos hacerlo. Las más elevadas nos unen a experiencias culmen, creativas, divinas, sagradas, extáticas.

Las emociones que negamos, sombra y luz de nosotros mismos, se unen al inconsciente colectivo simbolizado por Neptuno.

Ahora, como cuando se descubrió, Neptuno se encuentra en retroceso en Acuario y en aspecto a Saturno (antes conjunción, ahora cuadratura).

Neptuno es Venus transpersonal, consciente e inconsciente. La armonía, la emoción, las resonancias Schumann, el arte, el amor (exaltación de Venus) es un idioma que sirve para todos y entendido incluso cuando no es percibido conscientemente.

Dentro de los cuatro niveles o elementos están la intención o energía, la mente o aire, la emoción o el agua y los actos o la tierra,.

Normalmente, la más perjudicada es la parte emocional que suele subvalorarse frente al resto, al menos, social o culturalmente.

La falta de resonancia emocional en nuestra vida si no es reconocida es proyectada fuera y enviada al inconsciente. Neptuno regenta la casa XII, la casa del inconsciente, allí donde se queda todo lo relacionado con nuestras emociones compartidas sean conscientes o inconscientes.

No todo lo que no deseamos ver lo es por considerado negativo, también hay mucha luz que no quiere ser reconocida.

Permitir desligarnos de la elección de otros es permitirse elegir con libertad y crear nuestra realidad poco a poco, dando a su vez, libertad para que el otro lo sea y elija.

El sacrificio y el victimismo son cualidades que genera un Neptuno desequilibrado que no acepta al Sol (lo divino que hay en nosotros).

Este planeta está resonando con el resto del universo para dar vida. Tenemos la libertad de armonizarnos con él o contra él, generando conflicto o armonía interna. El sentirnos limitados en nuestra capacidad de elegir, nuestra resonancia sea por manipulación o victimismo, impide que nuestro Sol, Ser, Doble, Inconsciente, se exprese.

Si elegimos por miedo el resultado siempre será miedo. Si elegimos desde la libertad y el amor el resultado lo manifestará aún más.

Un Neptuno armonizado nos dará una buena sintonización, una buena resonancia con la vida y lo emocional.