Cada ciclo de 28 días de la Luna marca una nueva dirección energética. Antiguamente, nuestros abuelos hacían las labores del campo teniendo en cuenta los ciclos de la Luna.
Aún hoy, agricultores sin medios químicos también lo hacen. Otros, como Rudolf Steiner, austríaco, padre de la Biodinámica (una rama de la ecología practicada en todo el mundo, particularmente en Alemania) también la tienen en cuenta. Y funciona!. Si funciona para las plagas y las plantas, funciona a nivel energético, seamos más o menos conscientes de ello o no.
Esta Luna Nueva (cuando Sol y Luna alcanzan la misma longitud en el cielo, o conjuntan) se produce en el signo de Acuario desde la perspectiva de la Tierra, real (sideral) en conjunción a Neptuno.
Todo lo dicho aquí será más evidente para aquellos cuya carta natal o mapa del cielo al nacer toque algún punto sensible (planetas, ascendente, medio-cielo…) aunque, todos seremos sensibles a las energías cósmicas.
La energía uraniana-acuariana nos pide sinceridad. Símbolo de la coherencia, Urano/Acuario tiene una energía drástica con aquello que no cumple con lo que, a nivel de Ser, son sus expectativas.
Cuando la energía uraniana toca un planeta, aspecto o casa, aquello que no es coherente, que no nos hace felices, se derrumba de repente. Símbolo del rayo, porque su energía simbólica es igual de contundente.
Este mes, sucesos repentinos, acontecimientos inesperados, pueden desbaratar nuestros planes (o activarlos) al nivel que sea: personal, social, mundial. No hay límites, todo es un fractal u holograma (2D-3D). Si fuera así, toma el mensaje más favorable: algo no funcionaba al nivel del Ser, o bien, algo mejor está por venir. Nada sucede por azar, y, desde el Ser, todo es lo que debe ser para la meta emocional, no racional, aunque a veces sea difícil asumirla desde el ego.
El pasado (Nodo Sur en conjunción con Urano) ha ido sembrando y la cosecha emocional (Neptuno) está madura. El trígono con Júpiter hace que la semilla se siembre. Es cuestión de esperar a que germine. El camino ha comenzado, se muestre o no.
Es un ciclo de cambio o derrumbe de obstáculos incluso (Saturno en Escorpio en el ascendente, Urano en nodo Sur, Acuario) que está germinando (Júpiter en Cáncer en trígono a Urano). Hay una energía social (otro símbolo de Acuario/Urano), sutil (Neptuno), pero no por ello menos efectiva, que debe romper con miedos, obstáculos y el poder establecido (Saturno en Escorpio), la sombra. Una lucha que puede comenzar a fructificar si le damos suficiente energía, a nivel personal, social, continental, mundial…. frente al ego y sus resistencias, frente a su muerte. (Saturno en Escorpio).
El miedo, el poder establecido, las resistencias, el ego, están ahí. Hay que contar con todo ello para superarlo.
El mismo poder que vemos fuera, existe dentro.
Ser conscientes de que el poder que se resiste al cambio es interno, no externo, es nuestra única labor. Somos responsables de nuestra pequeña parte de sombra. Cada cual puede cambiar el mundo, haciéndose cargo de que, dentro de sí, hay una parte racional o inconsciente (programas) que, realmente, se resiste a la evolución.
Es la única forma de que la sombra externa pierda su poder, siendo sinceros con nosotros mismos, y actuando en consecuencia.
Tomemos las riendas de nuestra vida teniendo en cuenta que existe la inercia, y que a todo intento de cambio se le opone una fuerza del mismo poder en sentido contrario. El plano físico, emocional, mental o espiritual cumplen las mismas leyes universales. Si las aceptamos, en vez de proyectar la sombra, daremos «luz» a lo que realmente somos.