En las prmeras horas de la madrugada del domingo 6 de Enero, en pleno día de Reyes, Sol y Luna se encuentran en el cielo, dando paso a un nuevo ciclo lunar.
El primer ciclo de luminarias de este Año 2019 marca una especie de guía para el resto del año. Nada es casualidad, todo tiene un significado y una manifestación. Por eso deducimos que este año viene fuerte, con mucha energía de transformación profunda.
Sol y Luna se encuetran en el optimista y abierto signo de Sagitario, entre Saturno y Plutón, que van acercándose al nodo Sur (la puerta dimensional de nuestro pasado). Saturno y Plutón representan, como mencionamos en la anterior luna, ciclos de muy profunda transformación. A nivel colectivo este ciclo dará paso a un cambio tanto de concepción de poder, como de una nueva economía.
Saturno y Plutón representan la unión de la Tierra (Saturno) con el otro lado, el inconsciente, el alma profunda (PLutón). Con Plutón la forma se disipa y queda sólo la esencia, por eso también representa ciclos de muerte y renacimiento. Saturno, sin embargo, nos ata a este mundo. El Padre del Karma, el Guardián de las llaves de lo terrenal.
Ahora, Saturno y Plutón se hayan a una distancia que se considera límite para que ambos se afecten, sin embargo, Sol y Luna se unen justo entre ellos uniendo circunstancialmente todas las energías implicadas. Todo ello redunda en una enorme potencia energética, muy poderosa, la que marca el comienzo de 2019.
Además, la Luna Llena que viene, cúlmen de este ciclo que ahora comienza es una superluna de sangre, un eclpse lunar total que se da cuando más cerca se encuentra la Luna de la Tierra y por lo tanto más grande se observa, ¡todo un espectáculo! con un fuerte mensaje astrológico-astronómico.
El cielo nos pide a los largo de todo el 2019 transmutación, transformación profunda, teniendo en cuenta la realidad más pragmática. Nos pide que miremos la realidad tal cual es, con su crudeza y sus valores, sin perder de vista nada y actuemos ya en consecuencia. Si no lo hacemos, serán las circunstancias las que nos cambien a nosotros. Todos somos uno. Todo lo expuesto aplica tanto a nivel personal como social o colectivo. La astrología astronómica sideral se aplica a cualquier nivel, tanto de cantidad como de densidad.
Marte y Venus, haciendo un aspecto armónico entre sí se hayan en signos que favorece al otro (Piscis-Marte, Venus-Escorpio) al tiempo que merma el propio: diplomacia y asertividad son una herramienta poderosa en este cambio. Cuándo elegir una o la otra prioritariamente es una decisión que hay que tomar valorando lo realmente importante.
Dado lo poderoso de esta energía, el hecho de orientarse hacia ella de forma armónica tanto interna como externamente da un gran poder, gran capacidad, para quien lo consiga. No es fácil. Descubrir que tenemos el poder de crear es el premio para quien esté dispuesto a ver todo de sí mismo y los demás.
Todos los planetas en un ángulo inferior a 90º nos indica una polarización de la energía. Ésta, tal vez no sea evidente por ahora, no salga en los periódicos ni sea tema de conversación social, pero es la que marca la pauta de todo lo demás. El haz de energía que nos traslada el cielo se cierra, estrecha, por lo que nuestra vida se polariza en un campo: trabajo, familia, objetivos, economía, hijos,etc , predominante o muy importante en nuestra vida.
Deseamos que ese tema sea experimentado grata y felizmente en este Año a todos los niveles para ti.
¡¡¡¡¡¡¡ Feliz y Próspero 2019 !!!!!