A las 14h 18´hora española peninsular del martes 29 de noviembre se produce el comienzo del ciclo lunar de 28 días. Este ciclo coincide con el de la fertilidad femenina humana y con el de nuestros biorritmos emocionales, ambos, fertilidad y emoción, son  símbolos o arquetipos lunares (elementos tierra-agua respectivamente).

En esta fase particular, se dan las siguientes energías:

GENERAL: Para empezar, el ciclo comienza en un signo profundo y transmutador, símbolo del poder y la sombra, Escorpio. Saturno conjunta, un poco más adelante de lejos, también en Escorpio y Mercurio, recién salido de él, portando aún un poco de su energía.

Venus está en conjunción con Plutón, en Sagitario. El arquetipo del amor y los valores (en su sentido amplio) tiene también una energía escorpiana, o, lo que es similar, plutoniana.

Este mes lunar y esta época otoñal favorece la metamorfosis, la limpieza, los inicios de cambios, liberaciones, conclusiones, muertes, (simbólicamente, aunque se incluye también lo real) para dejar sitio a otra vida más vital, que se iniciará más adelante… en primavera.

Desde la pasada Luna Llena en que el Sol entra en Escorpio sideral, comenzamos a percibir esta energía.

Es momento de introspección,  prepararse en la intimidad, de encontrarnos con nosostros mismos, de descanso vital, como la mariposa, para reestructurarnos, antes de salir al exterior.

Las energías favorecen o apoyan cambios de bases, estructuras o pilares fundamentales que lo necesiten, sea a nivel personal social, global, real o simbólico. Esta fase de reencuentro con lo que somos y deseamos profundamente nos ayuda a determinar qué y cómo debemos plantear nuestro espacio vital más básico.

La velocidad con que se produzcan estos cambios viene indicado por el nivel de energía emocional (consciente o no consciente) que insuflemos en ellos, recordando que lo que afecta a un conjunto de seres tiene el mismo patrón y viene determinado por la fuerza y la calidad emocional del global de ellos.

No todos tenemos la misma fuerza emocional, algunos de nosotros tenemos una fuerza lineal, otros dimensional y otros cuántica. Depende de la amplitud de nuestra emotividad y de la coherencia con la que actuamos en consecuencia o, lo que es igual, el valor que le damos nosotros mismos, en nuestra vida, a esa emoción.

Es lo que realmente deseamos y no lo que creemos desear lo que está transformando el mundo y esta fase lunar activa la energía que atrae nuestro deseo. De momento, limpiando lo que sobra o lo bloquea de algún modo. Paso poderoso y fundamental por ser el primero de cualquier proceso evolutivo.

Neptuno, sigue como hace meses en el nodo sur (lo conocido, el pasado), ahora muy lentamente alejándose de él. Este planeta es una buena representación del inconsciente emocional colectivo., sea consciente o inconsciente.

Las energías de este ciclo nos ayudan a sacar a la luz aquella energía emocional que no es tenida en cuenta.

Tengamos presente que emoción es vitalidad, amor, pasión…, en su estado puro. El resto de las mal llamadas «emociones», como tristeza, soledad, abandono, derrota, sacrificio, victimismo… es lo que sentimos cuando bloqueamos esas emociones básicas, las ganas que nos empujan a seguir vivendo.

El mayor poder de la vida es el deseo de existir plenamente. Quizá sea ése el verdadero simbolismo escorpiano o plutoniano, un arquetipo acuático, de elemento agua, es decir, emocional.

Saturno (densidad) y Mercurio (comunicación) en aspecto armónico a Urano (comunicación transpersonal) nos hablan de datos, leyes o acuerdos que propician saltos cuánticos en nuestra vida. Algunas decisiones acertadas ahora, producen o producirán efectos imprevistos que las aumentan cuánticamente.

Marte, el único planeta poderoso por signo esta fase, está en armonía energética con Saturno y Júpiter. La energía (Marte) favorece a la sabiduría (Júpiter) y la paciencia o el tesón (Saturno) y al revés, la paciencia y la sabiduría nos dan la chispa y la energía para que se produzca lo deseado. Es un momento para la templanza.

Venus en Sagitario está rodeada de una energía que no la favorece demasiado: unida a  Plutón y en aspecto tenso a Urano y Júpiter nos indica que esa transformación puede venir canalizada a través de lo que representa Venus, como ya hemos dicho el amor (en su más amplio sentido) o la pareja y el dinero o valores (también en su sentido amplio).

Aquello que es reflejo de lo que realmente es, en nuestro corazón o emoción profunda, se hará más poderoso en este ciclo de 28 días (hasta la próxima luna nueva). Nos referimos a lo que desea nuestro Ser, no nuestro ego o parloteo mental.

ESPAÑA: las energías transmutadoras o renovadoras  se expresan en temas relacionados con la religión, la legislación o el extranjero ( la IX, casa de la lunación). A nivel personal tiene que ver con el sentido global de la vida o los grandes viajes (simbólicos también), algunos lo llaman espiritualidad, bien entendida.

RESUMEN: Es un mes lunar que activa las energías de limpieza, de recapacitación, de reestructuración. Se irán algunas ideas, creencias, relaciones, trabajos, funciones, etc., de nuestra vida, serán transformados o bien, seremos nosotros mismos quienes las saquemos o transformemos. En ambos casos, el proceso termina con el nacimiento de algo que nuestro Ser desea profundamente para sí.

Ayudemos al Ser a realizar su deseo y al igual que un árbol se desprende de las hojas secas, dejémos ir.