Comienza el mes de agosto con la primera Luna después del potente eclipse vivido en un mes en el que en el Hemisferio norte, en las zonas mediterráneas es un mes de comienzo de descanso. El jueves de madrugada, a primeras horas de la mañana da comienzo la primera fase lunar que da comienzo al nuevo ciclo pronosticado con la Luna Llena del eclipse, que, como dijimos ya nos solicita potentes y profundos cambios internos y, como consecuencia, externos en las facetas más básicas de nuestra vida: nuestra vida social-pública y la interna-familiar.

Sol y Luna se encuentran en Cáncer sideral, un signo que precisamente simboliza los comienzos. Cáncer, la constelación familiar por excelencia, que representa el inicio de la vida, las raíces más profundas que nos unen a nuestro pasado.

Cáncer, el signo de la Madre. Buen momento para hacer ceremonias, brindar a la Madre (Tierra, Gaia) para quien lo sienta, o lo valore así.

A Sol y Luna se une, muy cerquita Venus, para añadir una energía de belleza y armonía en el mejor caso. Venus representa aquello que más valoramos en cada elemento o densidad de realidad, y por lo tanto, representa tanto el dinero y la economía en un plano más material como el amor en el plano emocional o como nuestros valores o principios de vida en un plano más mental.

Este mes, pese a ser un mes de vacaciones para algunos, será un mes de éxitos y logros para aquellos que hayan sabido dar importancia a lo importante, que hayan sido coherente y armónicos con su propia realidad interna.

Justo ese día Mercurio deja su retroceso (aparentemente va en sentido contrario al que deberría ir, las agujas del reloj) por lo que ese día asuntos que parecían postergarse empiezan a avanzar de nuevo. Sobre todo aquellos que tienen que ver con contratos, acuerdos, documentos, reuniones o colaboraciones.  Además, Mercurio se encuentra en ése momento importante conjuntando el nodo norte por lo que los asuntos que se activen son especialmente los que marcan el cambio que estamos solicitando y que tanta resistencia energética parece haber tenido.

Un aspecto armonioso de Neptuno nos habla de intuiciones y colaboraciones emocionales o sutiles, en otros planos que influyen de forma determinante en los planos más materiales.

Equipos que, si conseguimos colaboración emocional pueden llegar más lejos de lo previsto.

Cuanto mayor es el cambio que vamos a dar, tanto más potente es la energía que pretende dejarnos como estábamos. Se le denomina inercia y no actúa sólo en el plano físico. Por eso no es buena idea dejarse llevar por las señales sin más, sobre todo si éstas no coinciden con nuestros objetivos y metas, porque las señales marcan también las resistencias lógicas del ego al cambio, algo consustancial con su propia naturaleza.

Las resistencias también nos indican que estamos en el buen camino si son muy importantes, ya que siempre acompañan cuanto mayor es la profundidad e importancia del cambio que pretendemos dar y/o que, al que nos dirijimos.

La cuadratura de Urano a Sol-Luna desde Marte nos habla de sucesos inesperados que no esperamos y que muy problemente rompan esquemas mentales de nuestra percepción lógica del asunto que estemos viviendo.

Los cambios que marcó el eclipse pasado son cambios radicales que comienzan en el interior, pero que se encauzan a través de nuestras elecciones externas y eso es algo que experimentaremos esta luna nueva, la posibilidad de elección al comienzo, la fuerza de nuestra coherencia interna, de aceptación de posibilidades distintas a las usuales y las oportunidades que se abren cuando se desecha lo que ya no sirve.