Finalizábamos 2019 con un eclipse total de Sol y lo recibimos con un eclipse de Luna, lo cual nos indica que es un año que trae cambios, avances, progresos. Todo es simbólico, así que cambiamos de ciclo con el Año.
Recordemos que un eclipse de Luna nos hace plantearnos nuestra vida emocional, íntima, familiar o interna.
Es un momento de introspección y los sucesos, movidos por las energías del eclipse, tienden a «destapar» situaciones que permanecían ocultas al respecto, lo cual favorece el cambio de ciclo.
Con el Año 2019 y el eclipse de Sol del 26 de Diciembre, acaba un ciclo profesional, de imagen social, hacia lo externo. El eclipse de Luna (que suele venir parejo del Solar, dado que es su complementario) nos lleva a acomodar esa imagen social, externa con nuestro interior.
Este eclipse es, realmente, una alineación planetaria muy potente. Al eje Sol y Luna se añaden, casi exactos Mercurio, Saturno, Plutón y Ceres, un planeta enano, en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter que tiene fama de fertilizar aquello que toca.
El eclipse activa el cambio de ciclo cósmico mayor que activan Plutón y Saturno, que están prácticamente unidos ahora por lo que se están sembrando semillas que germinarán pronto. Se preveen incluso cambios de poder y de perspectivas, tanto a niveles individuales como globales.
Las comunicaciones, Mercurio, forman parte de este cambio por lo que se esperan noticias relevantes, encuentros, que aporten la chispa para todo el movimiento energético que se está produciendo en este momento.
Júpiter en conjunción al Nodo Sur y muy potente, en su signo, Sagitario hace un trígono a Urano en Aries. Es una invitación a utilizar la sabiduría y la visión de conjunto mayor que viene de atrás, sea de nosotros o de tiempos pasados, y que ya tenemos, para crear caminos nuevos, inicios muy fructíferos. Este aspecto es una verdadera invitación a no dar nada por sentado y mirar más allá, rompiendo nuestros propios esquemas. Pueden y deben suceder sorpresas, siempre y cuando estemos en sintonía con nuestra sabiduría interior.
Marte en Escorpio también está fuerte y nos recuerda que el verdadero poder está dentro, en la esencia, y no necesita mostrarse. Cuando uno está seguro de sí, no gasta energías en demostrarlo, ése es el verdadero poder.
Esta Luna Llena, por lo tanto nos invitan a la introspección, a valorar qué queremos, qué buscamos en nuestra parte interna. Es una recapitulación de emociones ante los avances que nos va a ofrecer, en breve, la vida… y el Año.
Deseando que desde nuestro humilde portal podamos contribuir, de algún modo, a la comprensión de las energías simbólicas, os deseamos un ¡¡¡¡muy Feliz Año 2020!!!!