La luna llena de este mes se polariza ya al final de los signos Aries y Libra sideral. Mercurio retrógrado conjunta con el Sol en Libra, mientras que la Luna, al otro lado, en el guerrero Aries. Pero algo de energía de los próximos signos Tauro y Escorpio se va filtrando también.

Hay buenos aspectos armónicos, facilitadores de expresar la energía, entre Sol-Luna Mercurio y Saturno Plutón, así como de Neptuno.

Se favorece la expresión de comunicaciones de todo tipo, de hechos, sucesos o motivaciones que vienen de atrás o que provienen de tiempo. En los días alrededor de la luna llena se activarán informaciones y datos desconocidos o importantes que cambien nuestra perspetivas respeto de algún asunto significativo a cualquier nivel, sea personal, profesional, incluso social.

Saturno va acercándose cada vez más a Plutón, y, para Navidad estarán unidos, justo en la misma longitud del mapa celeste. Marca un comienzo de ciclo importante a otros niveles, o si lo preferimos, perspectivas, que engloban ésta y le dan un sentido más allá de lo usual.

Plutón, o Hades, Señor del destino y de otros mundos y Saturno, el Padre de lo terrenal y físico, de este plano 3D, limitado y limitante, como sus anillos de roca helada, al unirse en la elíptica, unen también ambos mundos, comenzando un nuevo ciclo kármico o energético además de este mundo de realidad física.

Además, se unen muy cerca del nodo sur, del que ya hemos hablado en otras ocasiones y que representa de dónde venimos, qué herencia traemos.

El aspecto armónico de Neptuno favorece la compenetración emocional cuando el ambiente es de buena sintonía. Informaciones que se transmiten, además de por la vía verbal, otra más emocional.

El cielo esta Luna nos pide transformación interna, evolución, y la correa e transmisión va a ser conversaciones o acuerdos, nuevas informaciones o datos que se van a poner sobre el tapete y que vienen de atrás, o se refieren a asuntos que ya llevan un recorrido y en los que estamos implicados con nuestra energía.

Bloquearse o transformarse con esta información es la elección que tenemos ante nosotros. Qué buscamos tiene que ser determinante  para nuestra acción. Una charla sincera con nosotros mismos respecto de nuestros objetivos y motivaciones podría ser fundamental. Cómo reaccionamos ante los demás es importante, pero no olvidemos que para el inconsciente no existe lo «externo», todo forma parte del mismo universo.