En la madrugada del viernes 2 de Marzo podremos observar la Luna Llena del mes en todo su esplendor.
Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones, la Luna Llena es el cúlmen de las energías de la Luna Nueva anterior y ésta se produjo en Acuario, con un eclipse parcial solar que marca un cambio y aunque el eclipse no es potente, pues su orbe es muy lejano, no deja de estar ahí, sutil.
Acuario, o su símil planetario, Urano, es una energía rompedora, disruptiva, que provoca el cambio repentino y busca la verdad que subyace debajo de las apariencias. Es la energía complementaria del Sol, el Ser.
El Sol tiende a hacer que todo gire a su alrededor, es el Rey. Urano nos invita a dejar de ser esclavos, sumisos, acomodaticios y a cambiar. Urano, con unas caracerísticas muy peculiares y excéntricas a nivel astronómico es el planeta que tiene la misión de sacarnos de nuestra parcela de confort cuando estamos a disgusto con una situación pero permanecemos en ella por miedo a dar el salto. Es el planeta del inconsciente mental colectivo, energía aire.
Como ya hemos comentado, el aire necesita objetividad, ser sincero consigo mismo, transpariencia. Cuando la energía aire no es transparente, está viciada, contaminada, es un síntoma de que hay autoengaño (individual) o desconfiguración social, para justificar lo que no queremos o nos da miedo asumir como nuestra realidad desde un punto de vista mental.
A nivel social, el desequilibrio de la energía aire se manifiesta a través de la contaminación, los huracanes, viento extremo ¿chemtrails?, o su mezcla: tormentas de arena, por ejemplo.
A nivel individual, el desequilibrio de esta energía se manifiesta en problemas respiratorios, asma, tos, neumonías, bronquitis, faringitis… todo es simbólico. El simbolismo es el lenguaje en que nos habla el inconsciente, nuestro Niño Divino, y como todo niño, quiere jugar, disfrutar. El sacrificio y la responsabilidad no forman parte de su realidad divina. Nadie nos juzga por asumir como nuestro algo que en realidad no compartimos, pero nuestra Divindad interior no es plena, ni entiende que no tratemos de ser felices.
El Sol, el Ser, el Padre, es el guión de la vida. ¿Tiene significado este guión para nosotros? en la misma medida en que consideremos que la vida tiene un significado nuestra relación con el Padre simbólico, la autoridad, Dios, su srquetipo será más o menos vital.
Si miramos hacia atrás, en momentos difíciles de nuestra vida tendemos a perder la Fe en ese Padre. La vida que no se comprende no es fácil, sin embargo, una vez que ha pasado el tiempo (Saturno) nos damos cuenta de por qué, para qué, fue lo sucedido o, al menos, esa realidad dolorosa se va suavizando, perdiendo impacto, asumiendo, neutralizando.
Adaptación a esa realidad que a veces nos llega sin avisar de forma sorpresiva (Urano y casa XI) junto con seguridad de que con el tiempo (Saturno) todo acabará colocándose en su lugar es la energía que complementa al Sol (Padre). Acuario/Leo son complementarios en realidad, no fuerzas que se opongan.
El Sol también representa al Niño Divino (Padre, Hijo, y Espíritu), el juego de Dios y es el centro creador. Los desequilibrios vienen cuando nuestros pensamientos, intenciones, acciones o emociones no le acompañan por justificaciones racionales que en el fondo no dejan de ser por el mayor bloqueador emocional que existe: el miedo.
La duda es un miedo intermitente y la ira es miedo hacia Dios.
Acuario nos invita a ser libres y a adaptarnos cuando no entendamos, confiando en que el tiempo le dará un sentido. Regente de la casa XI: los objetivos, las metas…. para que no perdamos nuestro norte.
Esta Luna habrán sucesos repentinos, noticias, manifestaciones, colectivas o individuales, que tal vez no sean o sí, transparentes, no sean o sí, de nuestro gusto inicial, pero poco a poco, la Verdad se va imponiendo…. con el tiempo.