Recién empezado el Año, la madrugada del 2 de Enero se configura en el cielo la Luna Llena de este mes con un importante mensaje simbólico.
Digamos que el Año nace muy cerca de la Luna Llena de Enero y ésta le dota al comienzo, de su energía. Analicemos ambos:
Lo primero y más destacado es que observamos un Gran Triángulo equilátero en la elipse de cuestro cielo en ese momento. El Gran Trino es considerada la figura más armoniosa y benefactora que se puede dar en un mapa astrológico, nos habla un grupo de más de dos energías que se retroalimentan favorablemente entre sí.
Júpiter y Marte en Libra sideral, Neptuno en Acuario y Luna en Géminis como ángulos del triángulo, activan el elemento aire que representa tanto todos los conceptos mentales como su comunicación.
Existe una gran cantidad de energía a nuestra disposición. Al igual que quien nada a favor de la corriente, aquel o aquello que esté armonizado con la energía que marca el mensaje del mapa astronómico-astrológico, en este caso aire, irá más lejos y de forma más fácil.
Este año y este mes esperamos divulgaciones de nuevos conocimientos o perspectivas, datos, acuerdos, leyes, ideas, de gran repercusión. También a nivel personal acuerdos, decisiones, contratos, sean verbales o documentados, que marcarán un cambio de fase en nuestra vida. Individualmente comenzamos trabajos o profesiones, ampliamos o reestructuramos familias, grupos de amigos o asociados, actividades… etc.
2018 es un Año que inicia una transmutación global, un cambio de Era. Urano (el inconsciente mental colectivo) recién entró en Aries (el conquistador, el que inicia) como ya comentamos en artículos anteriores y nos viene anunciando que vienen curvas (cambios) en la perspectiva global mental de los seres humanos en su conjunto. Éste es el verdadero significado de la Era de Acuario y de todo lo acuariano o uraniano.
Marte alimenta el conomiento simbólico o superior (Júpiter, una especie de Bid Data) a través de una potente energía emocional simbolizada por la Luna a nivel personal y por Neptuno a nivel global en el Gran Trino.
Este aspecto, que se nos asemeja como una potente aspa de energía libre y ecológica, está a disposición de quien resuene con ella, siendo capaz de vislumbrar el sentido que incluya todos los datos, si fuese necesario reconstruyéndolos de una nueva forma.
Una energía aire armónica viene a identificarse con claridad de ideas, evitación de pre-y perjuicios. Aceptar los datos tal cual son, sin creencias limitantes, sin dar por hecho, a través de un empirismo pragmático necesario para que nuestra energía aire fluya. El aire necesita fluidez para ser. En sí mismo es el concepto que tenemos de flujo. Cuando nos volvemos rígidos de mente y cuerpo envejecemos, tendemos hacia la muerte. La vida es flujo y movimiento: necesitamos «aire». Las complicaciones de salud, de «falta de aire» tienen este significado simbólico en gran parte: busquemos en los motivos de por qué, o mejor, para qué nos estamos limitando mentalmente.
Volviendo al significado simbólico del aire, la coherencia y armonía internas alimentan nuestra energía aire (nuestros conceptos mentales y los medios que utilizamos como transmisores de estos) y nos conectan con una nueva red neuronal colectiva.
Venus y Lilith añaden una energía maternal y amorosa al Sol (la esencia de esa energía). Saturno y Plutón se sitúan a ambos lados de este aspecto, como un par de guardianes, de escoltas. Siempre que Plutón y Saturno se unen hay un acuerdo kármico, ni malo ni bueno, sólo algo pactado.
Mercurio, en Escorpio tiende a sacar a la luz, por lo que aparecerá parte de lo oculto, sea intencionadamente o no.
2018 se prevee como un Año disruptivo, novedoso, diferente. Este Año marca el comienzo de una nueva Era. ¿Una nueva revolución tecnológica al tiempo que humana?
FELIZ 2018!!!