GENERAL: El próximo miércoles 14 de Diciembre se produce la última luna llena del año 2016, al final del signo sideral de Tauro, un signo que la potencia y formando, junto con Júpiter y Marte, un aspecto de Gran Trino, el aspecto más armónico astrológicamente hablando: En el cielo se obserba como un triángulo equilátero cuyos ángulos los definen estos tres astros.

El Sol al otro extremo de la Luna, al final de Escorpio y junto a Saturno activa este aspecto añadiendo su energía y ésta nos habla de una transformación, de un proceso de cambio profundo, llevando al cúlmen las energías que ya se iniciaron en la Luna Nueva.

La Luna estos días nos habla de abundancia (Tauro), de cosecha, de la energía tierra, Gaia, de una vitalidad exuberante. Además, la energía armoniosa que proviene de Júpiter en Virgo y Marte al principio de Acuario, nos habla de que esta cosecha puede ser mejor de lo que imaginamos. Júpiter agranda lo que toca y Marte aporta energía, incrementando el significado.

Esto puede ser así para quien sea capaz de verlo/apreciarlo/valorarlo en el sentido de completar el proceso siendo coherente. Lo explicamos:

Hay pues, una promesa de abundancia (vital, emocional, económica) en cualquier aspecto o nivel. Sin embargo, este simbolismo lunar se enfrenta, opone o complementa a una posible transformación de lo establecido (Saturno en Escorpio).

La Luna tiene todo el apoyo energético, pues está bastante bien aspectada -salvo esta oposición- y fuerte por signo: la energía taurina la armoniza, la estabiliza y fructifica.

Júpiter, sin embargo, en oposición a Urano y cuadratura a Plutón (ambos aspectos de tensión) y en un signo que no le favorece, Virgo sideral, entra en «crisis» al tiempo que se activa con los aspectos positivos de Marte, Saturno y la Luna.

Júpiter es una llave, pues se relaciona bien con Saturno (unido al Sol) Marte y Luna. El aspecto principal del mapa es el de las luminarias. Júpiter hace de bisagra doble: entre un aspecto en crisis y otro muy favorable, con las dos luminarias: Sol y Luna, por lo que tiene la clave de la elección: decidir cómo manifestarse y a qué nivel.

Júpiter representa la sabiduría en su sentido amplio, el entendimiento no verbal, más allá de la forma física, lo que los antiguos denominaban la «honra» (en el buen sentido) o la dignidad. La comunicación que representa es la de un sentido superior, algo que, lo aceptemos o no, falta bastante en general en nuestra sociedad hoy día, supermega-racional y competitiva, especialmente en los últimos años.

A Júpiter, por todo lo anterior, también se le ha asignado un papel religioso, pero más que de una religión en sí, lo que simboliza Júpiter es el sentido supremo de la vida, todo lo que la engloba.

Así, interpretando el mapa astrológico del mes en su globalidad, quien sepa, o haya sabido ya, entender el mundo más allá del significado terrenal y sepa ser coherente con ello, transformando, si fuese necesario, en su parcela del día a día, lo que le obstaculiza este sentido supremo (Saturno-Sol en Escorpio) tendrá la llave de la abundancia que promete esta Luna Llena.

Otro punto: Plutón en Sagitario, junto a Mercurio (y en tensión a Júpiter) nos habla de un conocimiento poderoso, tal vez profundo, que pudiera estar mal utilizado. Este mes la información o la comunicación pueden ser muy poderosas, por eso, desde Júpiter se nos pide responsabilidad para usarlas: cuidado con dar crédito a manipulaciones, errores, falsos criterios y/o incrementar falsedades individuales o globales energéticamente hablando: daríamos pie a vivir, interna o externamente, la misma experiencia que estamos transmitiendo.

En otro sentido, otra interpretación de este mismo aspecto puede dar lugar a conocimientos de hechos que tengan, hayan tenido o puedan tener repercusión y/o que hayan sido objeto de falta de esta responsabilidad. Por tratarse de Plutón, ese conocimiento puede quedar fuera del escenario, entre bambalinas, en zonas ocultas, no públicas: No nos dejemos manipular ni manipulemos a través de una información oculta, es el mensaje para esta Luna Llena. Manifestemos luz en la información consciente. Busquemos ese «algo» más que no se dice, tengamos en cuenta la parte emocional, actuemos en consecuencia de esa resonancia y estaremos armonizándonos  también con nuestra sabiduría superior, representada por Júpiter.

Para quien interese: las emociones son sonidos por debajo del umbral audible para el ser humano. Son el sonido del «silencio»… como en la antigua canción y en astrología son representadas por el elemento «agua», ligado a la energía no verbal.

ESPAÑA: En el momento de la luna llena, ésta se encuetra en lo alto del cielo y el Sol a nuestros pies. Los cambios o procesos de profunda reestructuración (para quien deba darlos) pasan por la parcela privada, íntima,  para después, ser expresados en la pública. Es el momento de transformar, transmutar, reinterpresar, reorganizar, nuestro hogar, casa, interior, gobierno, familia, valores …. físicos o no físicos. Hay muchas fuerzas que tironean en uno u otro sentido y debemos delimitar a qué o quién le damos la autoridad para hacerlo siguiendo, no tanto una valoración racional como una no verbal, de búsqueda emocional interna.

RESUMEN:

La Luna Llena promete abundancia para aquellos que sepan o hayan sabido reorganzar su vida en función de un algo superior, algo que le de sentido, de unos valores emocionales que, difícilmente se pueden verbalizar, sólo se pueden compartir, desde lo que realmente somos y desde lo más profundo de nuestro corazón.

Feliz Luna Llena prenavideña y Felices Fiestas a todos.-