INCONSCIENTE, PROGRAMAS Y ADN.

Solicita: WhatsApp / Telegram: 605 95 72 07 o a través del apartado de contacto

Todo es información, pero en el ADN, además, esta información tiene conciencia de sí misma.

El llamado ADN basura lleva la información de nuestra perspectivas como observador cuántico y supone un 97% del total de información humana.

Somos seres únicos, con capacidades y potencialidades que desconocemos. Despertaremos cuando nos demos cuenta del por qué nos están radiando, atemorizando, estresando, enfermando, robotizando, manipulando, contaminando. En resumen, tratando de evitar que tomemos consciencia de nuestro verdadero poder y de para qué estamos aquí.

La corrupción, la crisis, las enfermedades o el terrorismo no son creadas con una finalidad en sí mismas. Hay intereses muy superiores a lo meramente económico.

Nos dirigimos hacia nuestra propia autocreación, y aunque somos aún muy inmaduros, como niños de preescolar, llevamos una semilla especial, de niños superdotados, con grandes posibilidades, y todos están expectantes en el desarrollo de nuestra evolución.

Para entender la multidimensionalidad necesitamos contar con una parte cuántica, emocional que sólo la técnica y la razón no pueden otorgarnos.

Las emociones curvan el espacio-tiempo. No hay nada que afecte más al observador cuántico que las emociones: amor, creatividad y vitalidad, pues rompen todas las reglas, todas las estadísticas, todas las posibilidades. Nos vuelven poderosos e imprevisibles para las mentalidades racionales.

Lo cuántico no puede ser explicado por la razón, lo mismo que lo lineal no puede comprender lo multidimensional, por eso, según en qué perspectiva nos posicionemos nos estaremos limitando a nosotros mismos, utilizando o negando, nuestro verdadero potencial.

Einstein no niega a Newton, sino que le da un significado infinitamenete mayor, dentro de un contexto nunca imaginado por éste, al encontrarse Newton limitado por su tiempo concreto y por su pequeño espacio.

Sí, estamos siendo protegidos amorosamente de la misma forma que también, otros, nos manipulan y tratan de esclavizarnos, aprovechándose de nuestro total desconocimiento de nuestra verdadera naturaleza, pero los telones de la obra comienzan a caer y se empieza a vislumbrar el fondo del escenario.

No es fácil cambiar el conjunto de perspectivas que llevamos impresas en nuestro ADN basura de autocensura porque esta información de autosaboteo consciente, heredada de cientos de generaciones anteriores crea una especie de circuito energético que autogenera una idea separada de sí mismo. A esta idea mental le denominamos ego. Cuando el ego se ve amenazado crea una reacción de defensa energética que denominamos a su vez, resistencias.

Las resistencias no son buenas ni malas. Todo tiende a continuar de la misma forma, dirección, estado, emoción que tenía, a autodefenderse. Una vez que hayamos comenzado el camino y lo hagamos de forma continuada, estas mismas resistencias que ahora nos bloquean, nos ayudarán a seguir.

Seguimos teniendo libre albedrío, es decir, la capacidad de elegir qué queremos en nuestra experiencia vivencial, vengamos de dónde vengamos ¿por qué y para qué limitarnos?

El ADN basura representa la posibilidad de creación material a través de un juego cuántico. Ser conscientes y participar activamente en este juego es lo que potenciamos en BioTMR con la programación y desprogramación de patrones inconscientes.

Todos los seres humanos tenemos un gran poder de creación matricial y las emociones no sólo no son nuestra debilidad, sino nuestra más poderosa herramienta. No tener en cuenta esta capacidad es no tener en cuenta el 97% de nuestra potencialidad, nuestra parte cuántica.