ECONOMÍA, LIQUIDEZ.

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Definimos un arquetipo como aquella parte de la realidad que tiene una función similar en los cuatro niveles, sea éste físico, mental, emocional o energético.

El inconsciente no percibe distinción de densidad de materia, es decir, los cuatro niveles, por eso todo lo que entra dentro de un mismo arquetipo funciona como uno para el inconsciente.

Pasemos a profundizar en el arquetipo de la economía y en dar algunas pautas para hacerla fluir.

Primero, definámoslo. El dinero representa el agua, por eso hablamos de “liquidez También tiene que ver con la emoción, ya que la emoción y el elemento agua están íntimamente relacionados. Las dolencias renales están relacionadas con temas monetarios y emocionales al mismo tiempo. El agua es la vida, sin emoción, no hay “vida” o sería ésta una vida robótica, puramente fisiológica.

El dinero, el agua y la vida tienen algo en común, tienen la capacidad de “fertilizar, crear o dar vida”. Pasa simbólicamente en un hogar, un país, una región a la que le falta agua o dinero físico/a, el efecto es simbólicamente similar.

El dinero es energía ying, emoción, agua.

Es la emoción, la que junto al pensamiento simbólico crea la realidad. Padre y Madre arquetípicos.

Quien nos roba atención, nos roba energía. Seguimos creando aunque no lo hagamos de forma consciente.

La emoción, por su parte, es un sentido que nos conecta con nuestro medio. Es como la palabra o la comunicación linguística. La emoción ying (hacia dentro) y la palabra yang (hacia fuera).

La emoción la podríamos definir como aquella energía que nos impulsa a la vida y podríamos reconocer en ella tres aspectos distintos, si bien, están íntimamente ligados:

  1. vitalidad o instinto de vivir.
  2. pasión, creatividad.
  3. amor

Con las emociones y nuestra percepción simbólica creamos nuestra Matrix partircular y contribuimos a la global.

La emoción es la chispa que enciende el motor, el timón lo dirige, de forma simbólica.

En la medida en que nos sentimos incapaces de tomar el timón o creemos que no lo podemos manejar, algo o alguien dirige nuestro barco.

Perder alegría de vida y capacidad de crear es similar. Perder el dinero o el agua, también.

Hay quienes ya saben que pueden crear la realidad y esa seguridad de manifestación es la misma que crea la seguridad económica. Densificada o no, es lo mismo.

En esta socidad, donde todo se cuestiona y está en crisis, cada vez nos sentimos menos dueños de nuestro destino.

No hay que imaginar (el cerebro no distingue, es “meta conseguida”) sino buscar la forma de revivir esa emoción. Se densifica de sutil a denso. Siente la emoción que ya tienes en ti y que te daría tu meta.

Emociónate con la vida que te impulsa a seguir viviendo… sintiendo esa capacidad, esa seguridad…. de ser el dueño de tu destino.