La palabra «crisis» significa cambio o mutación en nuestra lengua, aunque también otras tantas connotaciones negativas como crac, vicisitud, trance, y otras similares. Nuestra intención no pasa por ninguna de estas últimas, más bien, deseamos darle desde aquí una amplitud más neutra, amplia, útil y de paso, estudiar cualquier aspecto más amplio que nos pueda ayudar a comprender los cambios cíclicos energéticos a nivel mundial que acompañan al proceso que estamos viviendo.
Entendemos que hay muchas «crisis» de todo tipo, la vida es evolución, cambio en sí mismo y todo cambio trae una «crisis» de lo antiguo.También comprendemos que en la astrología no se puede circunscribir el término «crisis» a sólo un aspecto entre dos planetas que ahora vamos a estudiar, si bien, entendemos que todo es significativo por sí mismo, dentro de un todo, y nuestra intención es estudiar una parte, bastante influyente, en ese todo.
Hecha esta puntualización necesaria pasemos a estudiar astrológicamente un aspecto poderoso al respecto, el ciclo de dos, llamados planetas lentos, Urano y Plutón.
Muchos nos preguntamos ¿cuánto durará la crisis? ¿tendrá fin? ¿es principalmente económica o tiene otras connotaciones?
Pasemos a responder, desde el punto de vista simbólico-arquetípico-astrológico a estas preguntas, en la medida de nuestro entendimiento, esta perspectiva, entre los planetas Urano y Plutón, pues, aunque Plutón se considera actualmente un planeta enano, sigue siendo un punto referencial astrológicamente hablando y su simbolismo no ha cambiado.
Repasemos los datos astronómicos de esto dos arquetipos transpersonales:
- Plutón tarda en recorrer la elíptica zodiacal 248 años y 21 años en recorrer un sólo signo. Su órbita es la más excéntrica, menos circular, de todos los llamados planetas solares y el Sol se halla muy alejado de su centro. No sólo eso, su recorrido es el que más se inclina respecto del plano de recorrido de todo el resto de planetas.
- Urano también presenta notables excentricidades: la inclinación de su eje de rotación es tal que las zonas polares son las que miran más perpendicularmente al Sol, todo lo contrario que en el resto. También posee un sistema de anillos, como Saturno. Su lentitud relativa en rotación también es obvia: un año uraniano corresponde a 84 años en la Tierra, por lo que tarda 7 años en transitar uno de los 12 signos zodiacales. Urano representa el cambio como arquetipo, entre otros, y muchos ciclos de cambio se cuentan por 7, como los días de la semana.
A nivel simbólico como real, tanto Urano como Plutón presentan las mayores excentricidades o diferencias con respecto al resto de planetas respecto de su órbita e inclinación de eje de rotación. Esto les da una serie de características propias que se expresan en su simbolismo astrológico.
Ambos, junto con Neptuno, son planetas transpersonales, es decir, expresan no sólo un aspecto personal, sino de inconsciente colectivo, que compartimos con toda la raza humana y es similar en su expresión, en cada generación.
- Plutón simboliza la muerte de la forma, la transmutación mayor que puede existir en este plano. También representa la sombra, el inconsciente y el poder, porque esta vida se mueve por fuerzas que, aparentemente, desconocemos y por ende, nos manejan.
- Urano simboliza lo mismo, pero respecto de las fronteras mentales: los cambios de perspectivas, ideas, visiones y paradigmas humanos. Simboliza entre otros aspectos la búsqueda de la verdad y la liberación.
Observando sus simbolismos, podemos comprender que los aspectos entre ambos planetas dan lugar a ciclos de cambios de perspectivas y visiones a cualquier nivel: culturales, sociales, científicas, económicas…
Cuando los aspectos entre planetas son en tensión podrían dar lugar a lo que llamamos «crisis», es decir, a un agotamiento del sistema antigúo, mientras que cuando son armónicos, el cambio es más progresivo, menos obligado. Por este motivo, tener demasiados aspectos armónicos puede desembocar en una falta de aprovechamiento de los mismos, sea por tránsito temporal o por nacimiento. La conjunción es una energía más neutra, simplemente ambas energías se fusionan a todos los efectos. Vamos a estudiar seguidamente, las llamadas «crisis», es decir, los cambios de ciclo de paradigmas humanos globales.
Hablando de «poder» y por la ley de la polaridad, aquellos países en los cuales más les influya o les haya influído lo «extranjero» cultural, social o económicamente, son también aquellos que más influencian a los demás. Esos países son una especie de portales dimensionales para el resto del mundo. Entre ellos, cabe destacar, en nuestra cultura occidental, que es la que prima al resto del mundo, de momento:
-EE.UU.: Se considera a sí mismo como el «policía universal». Su economía, su cultura, su idioma impera sobre el resto. Todo lo que se impone de manera generalizada en él se acaba imponiendo globalmente de forma bastante evidente.
–España: El Imperio español fue el más grande conocido en la historia. Actualmente, la afluencia de extranjeros a nuestro país, por uno u otro motivo (vacacional o por residencia) es de los mayores del mundo occidental. Su influencia en los países de habla hispana, y junto con ellos, es indudable. Mercosur, (Mercado Común del Sur), el mercado de influencia de Latinoamércia su P.I.B.: 2,6 billones de dólares estimado para este año, junto con el P.I.B. español: 1,35 billones de dólares. Consolidando un total de 4,0 billones. Si comparamos, el P.I.B. alemán, un país súper industrializado, con el doble de población que España es de 3,8 billones de dólares. La influencia española en el mundo es innegable, si bien, el llamado, pecado nacional, la envidia, hace que los españoles no sea un pueblo solidario entre sí, más bien al contrario, es un pueblo que tiende a desmembrenarse a través de las autonomías. Al fin y al cabo, está hecho de reinos conquistados y unidos por pactos de sangre o políticos, no emocionales. Otto Von Bismarck hizo la siguiente afirmación: «España es una nación tan poderosa que lleva siglos tratando de autodestruirse y no lo consigue. Si acabaran esos intentos de autodestrucción, volvería a ser la más importante del mundo» y nosotros añadimos que no sólo España, sino Latinoamérica junto con ella.
Pasemos ahora a estudiar, hecha esta aclaración, los aspectos entre los grandes transpersonales, Urano y Plutón que manifiestan grandes ciclos de evolución, sean éstos científicos, culturales, económicos o sociales:
Recordemos para los desconocedores de la astrología:
- Conjunción: neutro, unión de energías, suma de fuerzas.
- Oposición: tensión por proyección. Las fuerzas parecen opuestas, disgregadas, polarizadas. Un poder se «opone» a otro.
- Cuadratura: tensión por desarmonía, difícil «cuadrar» las energías que ,aún sin la polarización de la oposición, se manifiestan en lucha.
- Cuadratura -tenso– Urano Plutón: desde 1876 a 1880 Tauro-Leo.Etapa de cambios, el I Reich de Wismark, Imperio Austro-húngaro, el mundo se alineaba y se tomaban posiciones pre-primera guerra mundial. Otto Von Bismark, el canciller de Hierro alemán, se alieó con Italia, Hungria y Austria, … para aislar a Francia, la Triple Entente Cordiale, un pequeño imperio europero. En España la I República fue de 1873 a 1874 y, a partir de su caída, viene Alfonso XII 1874 a 1885 y el turnismo, Cánovas, Castelar. En esta época las provincias se declaran independientes, surge el cantonalismo, algo similar a las autonomías, pero más radical: la primera provincia en declararse independiente: Cartagena. El espíritu independentista se manifiesta en España.
- Oposición -tenso- hasta 1905 desde 1897. En el 98 Saturno la aspecta, uniéndose o conjuntando a Urano. Signos: Tauro/Escorpio, ganancias/pérdidas: Pérdida de las colonias europeas, guerra de Cuba para España, que pierde además, Puerto Rico y las Islas Filipinas. El poder cambia de manos, se transforma. Las colonias españolas pasan a manos de EE.UU. que pasa a ser el amo, demostrando su potencial con la guerra de Cuba… el acorazado Maine entraba en la Habana sin aviso, lo que era contrario a las normas… una bandera falsa, como fue reconocido por el mismo EE.UU., en 1980.
- Cuadratura -tenso- de Urano-Plutón, desde 1930 hasta 1934: La consecuencia de esta época es la II Guerra Mundial del 39 al 45. Signos implicados: Cáncer y Aries. Oposición Saturno-Plutón: 1932, tensiones que crean la Guerra Civil española, del año 1936 a 1939. Saturno en Capricornio y Acuario. Cáncer es un signo familiar, de castas, culturas y Aries guerrero y rompedor: familias, clases, pueblos que luchan entre sí, o entre ellos. Saturno en Capricornio implica al poder, al gobierno y lo establecido, el conservadurismo y Acuario las capas sociales y los grupos: la familia, las emociones y el pueblo, sus capas sociales, no se supieron reconciliar con las nuevas energías de cambio, leyes de pureza racial en Alemania, antijudaísmo. En España la izquierda y la derecha se extremizan.
- Conjunción -neutro- de Urano-Plutón, durante toda la década de los años 60, y hasta 1974: Comienzo de la Guerra Fría, llegada del hombre a la Luna, primera gran crisis energética. Signos implicados: Leo-Virgo. Leo: la propia divinidad, autoridad, Virgo: medio ambiente, la pureza en todos los sentidos. Hay quien dice que Kenedy fue el último presidente independiente del «sistema» (Leo). Crisis del petróleo que descalabra una economía emergente. Saturno se opone -tensa- la conjunción los años 64 y 65 desde Acuario (grupos, sociedad), con retos del pueblo al poder, movimientos sociales de apertura, tanto del feminismo como de costumbres, modas y normas extrictas. Movimiento hippie y escapismo a través de las drogas: Saturno es 3D, Tierra, hay movimientos para rehuirlo o para integrarlo.
- Actual: cuadratura desde 2008 a 2017. Saturno hace aspecto en tension en 2010 desde Virgo. Signos implicados: Sagitario-Piscis. Gran crisis económica, el sistema del bienestar es desbancado por sucesos económicos globales: nuevos poderes emergentes: China, Rusia, BRICS, crisis, sociales: olas de inmigrantes, desahucios o culturales. el mismo sistema global es puesto en entredicho. Sagitario tiene que ver con las religiones (Iglesia católica: primer Papa que dimite), el extranjero (economía global, olas de emigración), leyes (jueces y tribunales, pertenencia a algo superior) y Piscis con la espiritualidad (sabidurías ancestrales que surgen de nuevo), el inconsciente colectivo (masa crítica) y, en su aspecto negativo el engaño y la decepción (corrupción, fraudes, manipulaciones), Virgo con la tierra, la economía y la pureza de todo lo anterior (corrupción, contaminación, desinformación). El aspecto tuvo su cúlmen en Marzo de 2015 y desde esa fecha se va alejando hasta en Julio-Agosto de 2017 en que habrá terminado el ciclo.
A partir de ahí vienen las consecuencias de las energías movidas en estos grandes ciclos de poder y transmutación mundial. Qué hagamos, desde España, Latinoamércia, Europa, China o EE.UU., desde lo social, raza, especie, grupo o lo individual, en este ciclo tiene gran repercusión. Es un portal, estamos hablando del poder (Plutón) y sus cambios cíclicos (Urano).